lunes, 23 de abril de 2012

Mamá: ¿Leemos?

Cuántas veces un buen libro nos ha transportado a situaciones que nos han producido desde risa, hasta llanto, inquietud, profundidad o simple entretenimiento.
Saber leer es una garantía de éxito para saber estudiar y así comprender lo que leemos. Nuestros hijos tendrán como afición la lectura si han encontrado el estímulo necesario para considerarlo una opción de entretenimiento. Igual que proponemos ver una película, jugar un rato a la consola, o una partida de parchís deberíamos proponer un rato de lectura en el que yo, padre o madre, también leo.
 La afición a la lectura no se puede imponer como si fuera una especie de obligación o de castigo. Hay que fomentarla desde la motivación: leerles con entonación, que vean a los padres leer y pasarlo bien haciéndolo, hablar de los libros que han gustado, tener una pequeña biblioteca en la habitación, hacer colecciones de libros, prestar algún libro como algo valioso, cuidarlos, si es necesario forrarlos, ponerles mi nombre y en caso de que me lo hayan regalado ponerle la fecha y el nombre de quién me lo regaló.
 También debemos reconocer el derecho a no terminar lo que no gusta y a leer lo que sea, aunque se trate de comics. Pasearse por algunas bibliotecas y ser socio de ellas siempre les gusta y les estimula a leer porque tienen que cumplir unos plazos.
La lectura nos permite a todos razonar y argumentar y enriquece nuestro vocabulario. "Un libro puede cambiar el destino del alma" (Marcel Prévost). Y esto puede ocurrir tanto para bien como para mal. Que nuestros hijos sepan que tampoco nosotros leemos todo lo que tenemos entre manos, puesto que a veces hay lecturas que nos pueden perjudicar igual que a ellos.
Otra manera de fomentar la lectura es aprovechar las ocasiones en las que premiamos con cosas materiales para regalar un libro o un cuento. O incluso si en algunos de los viajes que realizamos  queremos obsequiarles, traerles un libro, a pesar de que sea en otro idioma, o también llevarlo ya comprado desde casa para no correr riesgos.