miércoles, 9 de marzo de 2011

Mamá: ¡Me aburro!

El juego forma parte del aprendizaje y socialización de nuestros hijos. Por eso es bueno en determinadas edades perder el tiempo jugando con ellos. No necesitan muchos juguetes sino compañeros de juegos. El proceso que conduce a saber trabajar tiene su comienzo natural en saber jugar. Aprenden a ganar y a perder, a someterse a reglas, que ellos mismos exigen, aprenden a comportarse, a ser generosos, responsables, ordenados. A través del juego adquieren hábitos que son indispensables para estudiar y trabajar.
Tenemos que evitar que jueguen a tres juegos o con tres juguetes a la vez, puesto que de esta manera no aprenden a centrar la atención, algo muy importante para su desarrollo. También es bueno, en ocasiones, dejarles jugar con objetos que propiamente no son juguetes, pero que desarrollan su imaginación y creatividad: por ejemplo el cartón del rollo de papel higiénico muchos lo convierten  en prismáticos, otros en instrumento musical, incluso algunos lo utilizan para hacer alguna manualidad.
Pero no nos engañemos. Muchas veces a los padres nos cuesta dejar jugar a nuestros hijos, porque desordenan, ponen en riesgo nuestra casa, se manchan, se pelean, los juguetes se rompen...Eso no significa que nuestra casa se convierta en un chiqui park, donde los sofás sirvan para saltar, nuestra ropa sirva para disfrazarse o los utensilios de cocina se usen como instrumentos musicales.
Cuando nuestros hijos tienen tiempo libre los padres debemos aumentar nuestras aportaciones.
Jugar con ellos no es comprarles juguetes, sino llenar los tiempos libres de tiempo útil , esforzado y alegre. Esto tampoco significa que tengamos que convertirnos en animadores socio-culturales. Nuestros hijos, con el tiempo, deben ir aprendiendo a jugar solos.
Los fines de semana es bueno programarlos. Hay que hacerlos amenos y divertidos, es la mejor opción para vivir en familia y conocer a nuestros hijos.
El hijo desocupado se maleduca. El "no saber que hacer" es muy peligroso. Tiene repercusiones en el hábito de estudio, en la formación de su carácter, y en la adaptación al ambiente.
Según la Declaración de los derechos del Niño, adoptada en la Asamblea General de la ONU, "el juego es un derecho del niño".Como leía hace poco, "todo lo que no está prohibido se empieza a convertir  en obligatorio".
Y cuando digan -¡ me aburro! siempre les podremos decir:
-¡Cómprate un burro!

6 comentarios:

  1. Tu post me ha recordado un texto de Pedro de Miguel que leí hace poco en su libro "Letras enredadas". Reprochaba la actitud de algunos padres (a mí me ha ocurrido) de creer que pasan tiempo con sus hijos cuando bajan al parque con ellos y se dedican a leer el periódico.
    Gran blog.
    Un abrazo fuerte.

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  2. muy buena entrada, sería genial tener ideas de juegos, por edades, si alguno sabe de algún buen libro de esto...

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  3. esto me encanta........sufri hace meses la fiebre de mi hija que de vez en cuando decia : me aburro , acostumbrada a no parar y esa fiebre ha desaparecido......pero sinceramente luchamos contra corriente de los juegos y actividades que antes existian y nos vendria de maravilla volver a fomentarlos.antes nos entreteniamos con un papel y un lapiz o mirando por un balcon.ahora cuanto mas tienen mas se aburren.....algo falla...maldito consumismo.....a seguir evitandolo aunque duela....nos lo agradeceran.....

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  4. esta tarea tuya de contribuir al buen funcionamiento con nuestros infantiles y desarrollar la educacion correcta me tiene anonadada....estoy disfrutando......

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  5. ahhhhhh se me olvidaba......uando piensas enlazar nuestros blogs y hacerte seguidora d protocolo??????????????????????

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