¡Si! ¡No!¡Mañana! ¡Hoy no toca! ¡Si, pero no las puedes tomar hasta después de comer! ¡Tenemos en casa! Cualquiera de estas u otras respuestas nos podrían valer. Lo único importante es que nuestra respuesta no sea improvisada sino que sea algo planeado anteriormente. Todos los criterios que cualquier padre consideramos adecuados para nuestros hijos son los realmente válidos.
De todas maneras, probablemente el mejor día para comprar chuches sea el día en el que no nos lo piden. La iniciativa ha salido de nosotros y para ellos es la gran sorpresa, y sin duda es cuando mejor le saben.
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