¿Tú también tienes la sensación de estar siempre diciendo que ¡NO!?¡ Bienvenido al club!
En primer lugar podríamos decir que es un buen síntoma, puesto que manifiesta un esfuerzo permenente por nuestra parte, ya que lo más cómodo es decir ¡SI!Por lo tanto ¡No lo hacemos tan mal!
Algunos de nuestros hijos, además, quizás practiquen el "demanding", es decir, pedir permanentemente cosas materiales (planes, comida, caprichos, juguetes, ordenador, videojuegos, televisión), o atenciones que ya no necesita, puesto que no son propias de su edad (ayuda en el vestir, en el comer, en los deberes...etc).
Cuando tengamos la sensación de que nos estamos pasando con el ¡NO! es bueno recordarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos a cuántas cosas hemos dicho que ¡SI! a lo largo del día, y os aseguro que nos sorprenderemos, tanto nosotros como ellos.
Nuestros hijos tienden a quedarse con el pensamiento o la acción más reciente. A veces hacerle un recorrido a lo largo de lo que ha sucedido a lo largo del día ayuda a centrarle.
A veces también frena el "demanding" sorprender diciendo ¡SI! a algo totalmente imprevisible para nuestros hijos.
Un padre firme sabe ponerse en el lugar de su hijo, entiende muy bien "como se siente" y "cómo puede quedarse" cuando lo enfrenta con los aspectos de la realidad que contradicen sus deseos. Nuestros hijos deben saber que decimos ¡NO! porque les queremos.
Ejercer la autoridad es el trabajo más pesado de la educación, es el sacrificio de todos los días. ¡Pero es el más eficaz!¡Ánimo!
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